La primera vez, ¡este sumiso se me presentó como un macho dominante!

Y como suele ocurrir, encontró su verdadero lugar a mis pies. ¡Mira el docil sumiso en que se ha convertido! ¡Y pensar que al principio quería follarme! Pronto se dio cuenta de que obtendría más placer obedeciéndome. Y ahora sólo piensa en complacerme. Se ha convertido en su principal fuente de placer. Mira lo obediente que es cuando le pongo el collar...

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