Este sumiso recibe el castigo que acordamos si fracasaba...

Este sumiso se jactaba insistentemente, sesión tras sesión, de que podía hacer que me corriera con su lengua. Finalmente cedí ante él. Le daba 15 minutos para que me corriera haciéndome un cunilingus. Por otra parte, si no lograba hacerme venir, la sesión se convertiría inmediatamente en una sesión de azotes, cosa que él se había negado a hacer desde el principio...

Le esperé sin bragas. Le hice arrodillarse delante de mí. Me levanté la falda y le dije: "Tienes 15 minutos". Fracasó y pude descargar mi frustración azotando sus nalgas hasta que se pusieron rojas, mientras mi coño seguía mojándose.

Inesperadamente, no creo que se arrepienta de haber fallado...

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