¡Yo también soy fanática del face sitting!

No sé si este sumiso se está poniendo cachondo mientras estoy sentada sobre su cara. Le pedí que se tumbara boca arriba, me subí la falda y le puse mi entrepierna, cubierta por mis bragas blancas de encaje, sobre la cara, para que sintiera la distancia que nos separa y disfrutara de mis olores íntimos. Luego empecé a frotarme suavemente. No pude evitar empezar a mojarme, hasta que mi humedad empezó a empapar mis bragas, para gran deleite de mi sumiso...

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