Por mucho que quisieras, sabías que sería imposible penetrar el coño de tu Ama con tu polla. Sabías que esta es la regla conmigo, pero tenías la esperanza de sentir y lamer mi coño para mostrarme tu adoración. Pero también sabes que no se me ordena. Así que decidí cambiar tu programa. Hoy sólo tendrás el honor y el privilegio de lamerme el ano como un buen perrito obediente. ¿Qué maravillosa manera de saborear la intimidad de tu Ama?
Señora Artemisa
Para mi es un placer y un honor poder saborear cualquier parte de Su cuerpo, y Su es una de ellas, tan sabrosa o más que Su coño. Gracias por permitirme saborear Su ano Amadisima Ama