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¡Mira a este sumiso viniendo a entregarme su polla!

Es muy dócil. Se deja atar a la picota, privado poco a poco de sus movimientos, hasta que su polla está indefensa, lista para una tortura suave. Sólo la tiene dura, lo que sólo puede darme animo. No puedo prometerle que se corra. Pero sí puedo prometerle que nunca habrá deseado tanto correrse.

¿Te gustaría estar en su lugar?


Si te gustan estos juegos, ponte en contacto con la Señora Artemisa : https://domina-artemisa.wixsite.com/my-site/about-3-2

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