¡Este sumiso vino a pasar la noche conmigo!

Aceptó desnudarse antes de que le cerrara el collar alrededor del cuello. Luego le pedí que me siguiera a cuatro patas... Hasta que le propuse que entrara en mi jaula. Cuando cerré la puerta, creo que comprendió que pasaría la noche encerrado allí.

Como sé que es fetichista, su única actividad sexual será lamerme los tacones...

Quizás no se imaginaba que mi invitación a pasar la noche conmigo sería así...

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