Este sumiso muy obediente con un fetiche de pantimedias tiene derecho a un orgasmo arruinado

Le había excitado tanto que sólo tuve que empezar a tocarle para que eyaculara. En cuanto sentí que estaba llegando al punto de no retorno, detuve toda simulación. Su semen empezó a gotear y a manchar mis medias.

Tenía muchas ganas de pedirle, con mi voz más suave, que lamiera su semen de mis medias... ¿Aceptará finalmente mi petición esta vez?

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