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Desde entonces, este sumiso siempre me pide más...

Me explicó que lo último que buscaba era dolor y que una sesión de azotes estaba descartada. Siempre respeto los límites de mis sumisos, aunque a lo largo de las sesiones a veces intento ponerlos a prueba.

Una vez establecida la confianza entre nosotros le confesé que me encantaba esta práctica que a menudo me excitaba mucho. Finalmente cedió. Entonces fui muy progresista con él. Y ¡mira lo que me pide hoy! Me encanta. Cada vez que le doy en el culo se me mojan aún más las bragas.


Si quieres probar una sesión de azotes, contacta con la Señora Artemisa, será muy pogresiva contigo: https://domina-artemisa.wixsite.com/my-site/about-3-2

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