¡Cariño, así es como te hice cornudo!

Tu amigo me acompañó a casa. Llegó bajo la entrada de nuestro carruaje, me cogió en brazos y deslizó su mano por debajo de mi falda, hasta llegar a mis bragas. Pudo ver lo mojada que estaba... Le abrí la bragueta para liberar su duro miembro. Me separó las bragas para penetrarme.... Luego volví a subir a nuestra casa, con el recuerdo de su gran polla recorriendo mi vagina lubricada.

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