
Me confesaste que soñabas con lamerme el coño. Durante las sesiones te volviste más y más obediente: Aprendiste que mis deseos eran más importantes que los tuyos. Cuando comprendiste que no te acercarías a mi coño, tuviste que superar tu frustración. En cambio, como soy buena contigo, te he pedido que me lamieras el ano: también quiero que disfrutes de su sabor.
Señora Artemisa
Comments